EL SENA SIN TI
¡Oh, río Sena!
que las musas
bailaban en tus puentes,
de serenas aguas caudalosas;
que anegáis mi alma,
dejándola henchida de grandeza...
Bajo ellos,
y sentada a tu ribera;
dejé volar,
cual gaviota herida,
mi ávida e inquieta fantasía...
¡Oh, río Sena!
que anegáis mi alma,
dejándola henchida de grandeza...
Bajo ellos,
y sentada a tu ribera;
dejé volar,
cual gaviota herida,
mi ávida e inquieta fantasía...
¡Oh, río Sena!
eran los versos de la danza...
por los que de puntillas,
la paloma y el cisne
hacían equilibrios;
hacían un ballet,
sobre cuerdas de un bajo,
al son de melodía inolvidable...
¡Oh, puentes!
Llenos de cultuta y ocio:
la flauta dulce,
besada por adolescente boca,
reclama a ruiseñores en bandadas.
Y yo,
embelesa-
da,
paseando
entre bohemios...
encantada:
Esperando, verte entre las gentes
que los barcos transportan por el Sena,
a los seres queridos...
ausentes...