COMO TÚ ERAS... ME GUSTABA A Mi
Dios te apartó de toda vanidad, te moldeó y te dejó perfecto... tal como me gustaba a mi.
En tu riqueza interior había: ciencia, arte, poesía... y música que emanaba de tu alma y me transmitías con entusiasmo.
Al acordarme de ti, se me hace un nudo en la garganta y me siento perdida.
Los recuerdos no ayudan: son sombras, penumbras y melancolías... que martillean la mente, hieren el corazón y hacen que suspire el alma.
Lo más importante que me legaste, fue, el saber apreciar la parte espiritual de ser humano... a la que ahora me acojo cuando todo me falla, cuando siento el hastío que produce la sola materia.
Con muy pocas palabras quiero expresar tu grandeza... y no encuentro otras más exactas que éstas:
¡COMO TÚ ERAS PAPÁ... ME GUSTABA A MI!
domingo, 8 de noviembre de 2009
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